Las newsletters son una buena forma de mantener una comunicación directa con nuestro público, siempre y cuando se utilicen de manera correcta. Ya que, en este momento de sobreexposición publicitaria y saturación de información, debemos tener muy claro que nuestros usuarios solo se detendrán a leer nuestro correo electrónico si lo ven suficientemente interesante.
Por ello, y si queremos tener éxito, resulta de vital importancia tener claros ciertos aspectos antes de ponernos a enviar newsletters a diestro y siniestro:
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Selecciona bien el contenido
Para poder elaborar una newsletter en condiciones, lo primero de todo es tener un contenido que sea atractivo para nuestros usuarios (un artículo interesante, un nuevo producto, una promoción suculenta…), es decir, algo que aporte valor y que fomente la interacción de nuestros receptores.
Una vez que tengamos ese contenido, ¡la personalización del mismo será imprescindible! Vamos que, no debes olvidarte de personalizar el asunto del mensaje con una frase que llame la atención y incentive a los usuarios a abrir el mensaje. También, los saludos personalizados generan un mayor engagement con los usuarios.
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Diseño llamativo, a la par que responsive
Si el contenido representa la mitad de la newsletter, el diseño representa claramente la otra mitad. Por ello, el diseño siempre tendrá que estar ligado con la marca y deberá ser claramente representativo de la misma, usando la misma tipografía, colores corporativos, estilo, logo… Además, la newsletter deberá ser completamente responsive y se deberá adaptar correctamente a cualquier dispositivo (no debemos olvidar que la mayoría de las consultas del correo personal se hacen ya a través de los dispositivos móviles).
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Incluir botones y enlaces
Tan importante como el propio contenido, son los enlaces y botones que lleven a los usuarios al sitio web de la marca y/o a las redes sociales. Porque, no debemos olvidar, que el objetivo final de una newsletter es llevar al usuario a nuestro sitio web para conseguir una venta u otro tipo de interacción.
Para ello, los enlaces y botones deberán ser fácilmente reconocibles, con iconos que los representen o formas que den a entender a los usuarios de la existencia de botones.
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Evitar la carpeta de Spam
Pero, sobre todo, si queremos que la newsletter llegue a buen puerto y no acabe en el fondo de la carpeta de ‘Correo no deseado’, tendremos que:
- Evitar las palabras “gratis, oferta, gana, descuentos…”, los signos (€, %…) y el uso abusivo de mayúsculas.
- Diseñar la newsletter en HTML, manteniendo un contenido equilibrado: 50% texto y 50% imagen. Además, siempre que sea posible, el texto deberá estar situado en la parte superior. De este modo, si las imágenes tardan en cargar, el usuario podrá visualizar el texto.
- Identificar claramente la marca tanto en el cuerpo del correo, como en el propio remitente.
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Lo bueno, si breve, ¡dos veces bueno!
Pero sobre todo recuerda: lo bueno, si breve, ¡dos veces bueno! Y es que, en este momento en el que corremos tanto y dedicamos tan poco tiempo a la información que nos bombardea cada día, la mejor opción resulta una comunicación clara, concisa y demasiadas florituras. Así que recuerda: trata siempre de decir lo máximo en el menor espacio posible.