Entre los expertos en posicionamiento en buscadores hay un debate acerca de la importancia del nombre del dominio.

Google ha afirmado oficialmente en numerosas ocasiones que el nombre del dominio tiene escasa o nula importancia. Por ejemplo, John Mueller, uno de los actuales portavoces de la compañía en estos temas, ha reiterado en varias ocasiones que desde hace mucho tiempo que el nombre de dominio tiene muy escasa importancia en los resultados del buscador.

Frente a estas declaraciones, la evidencia empírica de numerosas búsquedas prueba lo contrario. Te invito, lector, a probar tú mismo. Elige al azar cuatro o cinco palabras clave diferentes y comprueba cuáles son los resultados en Google. Verás que, en la mayoría de los casos, los resultados muestran dominios que incluyen la palabra clave. La evidencia es abrumadora.

La realidad es que el nombre del dominio sí importa, aunque a Google no le guste, porque es un factor que no refleja su paradigma actual de “el contenido es el rey”.

Claramente, no podemos fiarnos de todo lo que dice Google.

Es verdad que el peso de este factor se ha ido reduciendo con el tiempo, pero el nombre del dominio sigue teniendo algo de peso en los resultados de Google, y supone una ventaja considerable.

El nombre de dominio por sí solo, en algunas ocasiones y generalmente para palabras clave poco competitivas, puede lograr que una página web obtenga posiciones destacadas sin haber optimizado otros factores individuales y sin provenir de una “familia destacada” –es decir, sin estar alojada en un sitio web de mucha antigüedad, un elevado número de enlaces entrantes y un elevado número de páginas indexadas. Es decir, que tener el nombre de dominio puede compensar deficiencias en otros campos.

Podemos desmentir a Google con diferentes búsquedas que lo demuestran.

Por ejemplo, si buscamos El camino a la felicidad no sé si encontraremos la felicidad, pero sí varios sitios web que contienen esas palabras clave en su dominio. Este ejemplo es válido hoy, a finales de enero de 2020. Podría no serlo mañana, si Google le da a una tecla. Pero habrá muchos otros ejemplos válidos. Esta es la realidad, Sr. Mueller, le guste a usted o no.

Un ámbito del universo SEO donde el nombre del dominio sigue teniendo mucha importancia es el SEO local. Hablamos de Google Mybusiness, es decir, los resultados y búsquedas de Google Maps, que también en ocasiones se insertan en la página principal de Google. Al clasificar las fichas de Google My business (GMB), el algoritmo le da más peso al nombre de dominio que para la búsqueda general, como es también fácilmente verificable. Quien busque abogados en Sevilla o psicólogos en Murcia verá que entre los primeros resultados hay empresas con fichas de GMB que contienen estas palabras clave.

 Por ejemplo, las tres primeras fichas que aparecen buscando abogados en Sevilla son a día de hoy, éstas:

nombre-dominio-posicionamiento-google

¿Qué lección práctica podemos sacar de todo esto?

Pues bien, si nuestro objetivo es que nuestro sitio web logre posiciones destacadas para un gran número de palabras clave diferentes, entonces, claramente, el nombre de dominio por sí solo no es un factor estratégico relevante. Es mucho más importante conseguir una gran cantidad de enlaces entrantes o crear un sitio web poderoso, que reciba muchos enlaces e indexe una gran cantidad de páginas.

Ahora bien, si nuestro objetivo es lograr posiciones destacadas para una palabra clave –o varias muy relacionadas- en un sector poco competitivo -olvidémonos de triunfar así en turismo, hoteles, viajes, etc.- entonces sí que es importante escoger un nombre de dominio que la contenga, por mucho que Google repita su mantra de que no importa.

En la práctica tenemos que ser hábiles para sacar partido de este criterio, puesto que quedan pocos dominios disponibles que contengan palabras clave interesantes, aunque hay nuevas extensiones de dominio -la parte final de los mismos- que nos permiten todavía “pescar” algo interesante.