Google y el ‘derecho al olvido’

Desde que conocimos el pasado mes de mayo la sentencia del Tribunal de Luxemburgo que obligaba a Google a suprimir enlaces que contuviesen contenidos que atentaran contra la privacidad (previa petición de los usuarios), no nos habíamos parado a analizar cómo esta alternativa puede repercutir en nuestra reputación online.

Es obvio, que a primera vista esta sentencia se nos plantea como una opción a nuestro favor si queremos eliminar aquellos resultados que no nos gustaría ver si nos encontramos rastreando en Google nuestra huella digital.

Para ello, Google ha habilitado el siguiente formulario https://support.google.com/legal/contact/lr_eudpa?product=websearch&hl=es

Sin embargo, para que el gigante online pueda eliminar este rastro, debe probarse que los contenidos indexados soninadecuados, no pertinentes o ya no pertinentes o son excesivos en relación con estos fines y el tiempo transcurrido». Es por ello que aquellas personas que quieran solicitar el borrado de sus datos deberán demostrar su identidad y aportar enlaces a la información que quieran que desaparezca.

Igualmente, avisan que se tratará de buscar un equilibrio entre los derechos de privacidad de los individuos y el derecho del público a acceder y distribuir información.

Google examinará en ese proceso si los resultados incluyen “información obsoleta sobre el usuario, así como si existe interés público por esa información (por ejemplo, información sobre estafas financieras, negligencia profesional, condenas penales o comportamiento público de funcionarios del gobierno)”.

El caso es que un mes después, Google ha comenzado a retirar resultados de búsquedas atendiendo las peticiones concretas de ciudadanos. Los ingenieros de la compañía han renovado los sistemas técnicos del buscador, con lo que ya se ha empezado a ejecutar la retirada de links.

No obstante, tan sólo una pequeña parte de todas las solicitudes recibidas por Google para eliminar enlaces han sido ya estudiadas y aprobadas. En menos de un mes, Google ha recibido más de 41.000 peticiones de retirada de enlaces por motivos de privacidad.

Y como nunca llueve a gusto de todos, hay quienes ya han puesto el grito en el cielo ante esta nueva medida de ‘derecho al olvido’, y es que parece que esta sentencia ha creado un espacio propicio a la censura bajo el amparo de las leyes europeas de protección de datos, además de haber despertado una fuerte preocupación entre los organismos que abogan por el derecho del acceso a la información en Internet.