Ya sabemos que la disciplina de Experiencia de Usuario (UX) es muy amplia y que si la enlazamos con nuestra estrategia SEO, el resultado será casi inmejorable.

Hoy nos centraremos en la Arquitectura de Información, una de las disciplinas que forman la UX, y que nos ayudará a estructurar de forma adecuada el contenido de una web, lo que para SEO es un factor imprescindible.

Muchas veces, ante una estrategia SEO, nos encontramos con proyectos webs con URLs sin sentido y sin ninguna jerarquía, URLs no amigables, contenido duplicado e incluso con menús extensos donde el usuario no es capaz de acceder a la información que busca. En estos casos es donde entran en juego los arquitectos de información.

Serán estos los que se encarguen de darle sentido a toda la arquitectura de una web, ellos ordenarán y agruparán todo el contenido que queramos mostrar en nuestra web, y además lo harán siempre pensando tanto en el usuario, como en Google, al que también hay que mimar para que nos indexe correctamente.

Existen dos tipos de estructura de información: la horizontal y la vertical.

Si tuviéramos que elegir entre una de estas estructuras sin ninguna duda elegiríamos la estructura horizontal, pero siempre con un máximo de tres niveles, ya que así facilitaremos el rastreo a Google.

Google solamente tiene unos segundos para rastrear una web, si la nuestra tiene muchos niveles de carpetas, seguramente queden URLs sin rastrear, provocando que la estrategia SEO no salga como esperábamos.

Por otro lado, Google categoriza contenido y da una determinada importancia a cada nivel. De esta forma, el primer nivel (por ejemplo “/quienes-somos”) tendrá más fuerza que el segundo (por ejemplo “/quienes-somos/nuestro-equipo”). Por eso es interesante contar con estructuras horizontales anchas y poco profundas.

Resumiendo, la arquitectura de información nos ayudará a diseñar el esqueleto de nuestra web de forma que el usuario y, por supuesto, Google, encuentre nuestro contenido de la forma más sencilla y rápida.