El auge de ataques terroristas en países occidentales no cesa, lejos de eso parece que fuera una “moda”; una muy dramática, aterradora y peligrosa.

El último año, por hablar de un tiempo en específico, se han visto innumerables ataques, reivindicados por organizaciones terroristas, que han costado la vida de muchas personas. Ante esta situación, los gobiernos, empresas y ahora las redes sociales han adoptado posturas para combatir los ataques e informar a la población de estos acontecimientos.

El acceso a Internet ha sido el medio preferido para que muchas células terroristas recluten a nuevos adeptos en el mundo, es por esto que cada vez es más visto personas lejanas a estas organizaciones que juran ser parte de ellas y por tanto actúan en su favor.

Esto ha traído como consecuencia que muchas marcas y anunciantes estén dejando de invertir en publicidad en Internet por verse, de alguna manera, mezclado con contenidos terroristas.

A este respecto, las redes han empezado a actuar y desarrollar mecanismos de identificación de contenido peligrosos. Twitter ha anunciado que está trabajando en la fórmula idónea para combatir la difusión de la propaganda militante en su plataforma. De esta manera, ha anunciado que en la segunda mitad del 2016 se suspendieron casi 400.000 cuentas vinculadas al terrorismo y que este año la labor continúa y sigue en aumento.

Las redes sociales pactan contra el terrorismo

En esta misma labor se encuentran Facebook, Instagram, WhatsApp, y Google (YouTube). Todas ellas comparten que el uso de la inteligencia artificial en fotos y vídeos es la mejor herramienta de actuación ya que no depende solo de la denuncia de otros usuarios y agilizan los tiempos de acción.

Google al parecer está desarrollando un mecanismo automático por el cual puede diferenciar un vídeo informativo de uno que exalte la violencia. De momento Facebook lo hace de forma manual.

En YouTube se trabaja en incorporar más filtros a partir de recomendaciones de grupos que trabajan contra el terrorismo y evitar el uso de publicidad que promueva el odio. Además, se busca clasificar de una forma más eficiente los vídeos que se suben a la plataforma y advertir con mayor rapidez aquellos con material violento.

Por otra parte, YouTube, a través del programa Creadores por el Cambio, pretende crear contenido que recuerde cómo salir de una situación difícil sin caer en el extremismo.

Facebook de momento se está centrando en la comprensión del lenguaje escrito y trabaja para determinar los casos en los que la propaganda del Estado Islámico (ISIS) se usa para combatirla en lugar de propagarla. El algoritmo en desarrollo se encuentra en una fase de desarrollo inicial, pero aseguran que seguirán perfeccionándola hasta que de los resultados esperados. El objetivo es detectar las palabras más usadas en bandos y propagandas, y alertar a las autoridades lo más pronto posible.

Además, esta red se plantea eliminar cuentas y grupos de terroristas mediante la imitación, es decir, comparándolas con otras que han sido borradas por extremistas. Asimismo, evitar la reincidencia de administradores que buscan crear nuevos grupos con intención terrorista.

A finales del 2016, Facebook, Twitter y YouTube se unieron para crear una base de datos compartida sobre contenido único. De esta manera si una de las redes elimina alguna imagen o cuenta por contenido susceptible a ser terrorista, puede eliminarse en las demás redes.

Jannette Irazabal