Más pronto que tarde es necesario rediseñar las webs (tanto de clientes como la propia) para no quedarnos atrás y adaptarnos a las nuevas tendencias y exigencias de los usuarios. Porque, si queremos seguir siendo competitivos, debemos estar a la última y ofrecer a los usuarios la mejor experiencia web.

Pero, antes de lanzarnos de cabeza a la piscina, hay ciertos aspectos que hay que tener en cuenta para no arruinar todo el trabajo SEO de la página en cuestión. Así que, coge papel y boli, y toma nota de todos esos errores (comunes y más frecuentes de lo que deberían) que se cometen al rehacer el diseño web y que pueden destruir el SEO de una página y, por consiguiente, pueden afectar al tráfico orgánico de la misma.

 

Dejar el entorno de desarrollo indexable

Probablemente es el error más tonto de todos y el que puede acarrear los resultados más desastrosos. Y aunque a priori puede parecer una tontería, a la hora de la verdad muchas personas olvidan “ocultar” el sitio en construcción a Google.

Normalmente, cuando queremos darle un lavado de cara a un sitio web, creamos una subcarpeta en el mismo dominio del sitio web donde empezamos a montar la nueva página web. Si trabajamos así, tenemos que tener muy presente que lo primero que tenemos que hacer es “disuadir a los motores de búsqueda” del rastreo de esta carpeta, de lo contrario Google empezará a indexar la nueva página entrando en conflicto con todo lo indexado anteriormente por el buscador, ya que se encontrará con URLs y contenido duplicado.

Además, deberías incluir la carpeta donde se está montando la nueva web como disallow en el fichero robots.txt de la web. De este modo, nos aseguraremos que Google entiende que no tiene que mandar pasar al robot por esa carpeta concretamente.

Asimismo, existen plugings de WordPress (si es que estás montando la web con este gestor de contenidos) que ocultan e impiden el acceso a la web redirigiendo al usuario a la página de acceso o a una página concreta, como ‘Members’ y ‘My Private Site’.

 

Cambio en el nombre de las imágenes

Cuando nuestro sitio web está bien optimizado para el SEO, las imágenes también suelen estar bien nombradas con palabras clave, etiquetas ALT… Y es importante que esa información no se pierda con el cambio de diseño.

Si se decide que las imágenes viejas se van a sustituir por nuevas, hay que tener en cuenta que hay que nombrarlas de manera correcta e incorporar las etiquetas ALT y description pertinentes. Asimismo, habrá que tener muy en cuenta todas las imágenes que Google tiene indexadas y si van a ser modificadas variando la URL, será necesario realizar las redirecciones pertinentes para no perder ese trabajo SEO.

 

No redirigir las URLs

Cuando se rediseña una web muchas páginas se eliminan (porque su contenido ya no es relevante) o se renombran, lo que conlleva que la URL de la página en cuestión cambie. Cuando ocurren este tipo de cambios resulta importantísimo redirigir la URL vieja que ya no existe, a la nueva URL. Solo de este modo evitaremos errores 404 y enlaces entrantes que den error.

Y es que, cuando se eliminan páginas que ya tienen enlaces entrantes, se pierde todo el valor de SEO de esos enlaces. Y en algunos casos, esto podría resultar en una pérdida drástica de la clasificación y de todo el posicionamiento SEO de esas páginas.

Además, cuando un usuario hace clic en un enlace y recibe una página 404 por el hecho de haber eliminado la página y no haberla redirigido, se crea una experiencia de usuario negativa que Google toma muy en cuenta a la hora de posicionar una web. Así, cuantos más errores 404 registre una web, más negativamente afectará al posicionamiento en Google.

Así que, recuerda, cuando elimines una página o le cambies la URL, redirígela mediante una redirección 301 (redirección permanente) a la página actual que más se asemeje en cuanto a contenido. Con ello también pasarás la fuerza y el posicionamiento de la vieja URL a la nueva.

 

Una vez realizada la migración de la web, tómate tu tiempo en comprobar que todo funciona correctamente, que no existen enlaces rotos, ni contenido duplicado… Herramientas como Screaming Frog o SEMrush pueden ser una buena solución para ello. Asimismo, asegúrate que todos los formularios, la barra de búsqueda, el comercio electrónico (si lo hubiera), Google Analytics, Search Console… funcionan correctamente.